Los Inductores Blindados de montaje superficial están diseñados para reducir la interferencia electromagnética (EMI) al encerrar la bobina en una carcasa blindada. La carcasa generalmente está hecha de un núcleo de anillo, que se utiliza para cubrir las áreas alrededor de la bobina y crear un circuito magnético cerrado. Esto ayuda a bloquear el magnetismo externo e interno que afecta el rendimiento del inductor, lo que puede mejorar su confiabilidad y precisión en aplicaciones donde la interferencia electromagnética es una preocupación. El uso de una carcasa blindada también puede ayudar a proteger el inductor de fuentes externas de interferencia, como otros dispositivos electrónicos o ruido eléctrico.
